Lo que botó la ola

Monday, November 14, 2005

El papa

Durante su visita a Chile, hace ya muchos años atrás, el Papa, cansado de tanto protocolo y alabanza, se decide romper un rato las reglas. Cuando sube a la limusina para uno de
los traslados no publicos le dice al chofer:

Hijo mio... tengo ganas de romper un poco el protocolo... serias tan gentil de dejarme manejar mientras tu te vienes atras para descansar?

Nadie puede negarle algo al Papa, ¿verdad?
Y aqui vamos, con el Papa al volante y el chofer sentado atras en una enorme limusina de vidrios polarizados. Un poco olvidado del arte de conducir y dandole lo mismo todo, el Papa va por una de las avenidas principales de Santiago y se va pasando altos, con exceso de velocidad, tumbando botes de basura y haciendo poco caso a las senales de transito. Se le pega un paco en moto y lo detiene.

El Papa baja su ventana y al verlo el paco se asombra y, sin decir nada, regresa a su moto, toma la radio y se produce el siguiente dialogo:

Oficial: "Moto #505 a central, cambio"
Central: "Si, oficial, ?que sucede?"
Oficial: "He detenido a un tipo que parece muy influyente y poderoso y no se como proceder, cambio"
Central: "Pues haga lo comun y cobrele algo, cambio"
Oficial: "No, es que este tipo ha de ser influyente a cagarse y no me quiero meter en problemas, cambio"
Central: "!Ah mierda!, ¿es narco o que?"
Oficial: "No, hombre, !mucho mas pesado que cualquier narco!"
Central: "!Chucha!, ¿y quien mierda es?"
Oficial: "Pues no se, pero... se me hace que es DIOS, cambio..."
Central: "Tay mas weon!!!, ¿como que DIOS?, ¿por que lo dice?"
Oficial: "Pues porque... !!!trae al Papa de chofer!!!"

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